Se fué caminando por la puerta de vidrio. Me quedo con los ojos en ella, en su bufanda, en su vestido, en su caminar por la alfombra. En mi cabeza se siente calor, y mis ojos se inflaman. Pocos metros más allá ella movia su mano, como si no quisiera irse. O que yo me quedara. Una pareja contempla el espectaculo con una expresión triste.
Apunto hacia otra parte y camino hacia el horizonte de luces. El simbolo salida retumba una vez más en mi pecho. Se abre la puerta y el frio de la madrugada congela los rios de mi cara, y detuvo mi corazón bajo la estructura de concreto. La espera para el camino a casa mientras en mis dedos se inflamaba un cigarro que incendiaba mi garganta.
jueves, febrero 22, 2007
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